Hace 45 años el Jockey Club Rosario puso un mojón en su historia que marcó un antes y un después en su rugby. Hizo su primera gira internacional y el derrotero los llevó por el duro invierno europeo. Allí se forjó una generación que llevó al "verdiblanco" a ser uno de los clubes más importantes del rugby argentino.
Hoy algunos peinan canas, otros no tienen que peinar, hay unos kilitos de más, los dolores no son de un tackle recibido, ahora cuesta subir las escaleras, pero hay algo que perdura según pasan los años: la amistad. Esa que se forjó a lo largo de tantas horas de exigentes entrenamientos y duros partidos, esa que sostiene la férrea voluntad de un equipo que nunca afloja aunque la adversidad se haga presente.
Y según pasan los años, aquellos muchachos, se siguen reuniendo en torno a una mesa para discutir sobre el ayer y hoy de nuestro rugby amateur, que si bien es diferente en muchos aspectos, sigue manteniendo ese valor tan particular que es la amistad.
A 45 años de aquellos días, se volvieron a reunir en el club, en el "hogar" de todos. La gira fue a comienzos de 1979 y en torno a esos recuerdos que se encaminan hacia las bodas de oro, el club house de las Cuatro Hectáreas volvió a recibirlosY alli estuvieron "los muchachos de antes" y también el recuerdo de varios que seguramente se habrán reunido en alguna nube, para expresar el siempre vigente…"te acordas…?? Esta vez la cita contó con algunos invitados especiales como Charles Roberts, Presidente del club, Sebastián Preumayr, Presidente de la Subcomisión de rugby, y Ciro Castagnino, hijo de Juan José, el expresidente del club por aquellos años, un gran impulsor de la gira. En el libro "Cincuenta años de rugby", que narra la historia rugbística del Jockey, desde sus orígenes hasta el 2003, Jorge "Coco" Orlandoni recuerda que "la mejor forma de empezar esta historia es por el final. En Zurich, en la cena de despedida de nuestra primera gira europea, el "Mago" José Casino, nuestro masajista dijo unas palabras que no me canso de repetir: gracias Booni (en referencia al padre de los Benedict presidente de la delegación) por haberme hecho sentir al lado de mi padre; gracias Coco, Jorge, Ricardo, Mario, Willie, Rata (por los más viejitos) por haberme hecho sentir al lado de mis hermanos; gracias Tati, Cachito, Toe (por los más jóvenes) por haberme hecho sentir al lado de mis hijos. Creo -dice Orlandoni en su relato- que en ellas se resume el valor de aquella experiencia que significó consolidar la familia del rugby de nuestro club".
En esa gira apareció un pibe alto, flaco, de apenas 17 años y en una fría noche galesa, ante Caerphilly, bajo la nieve nació la leyenda de un jugador, que bien puede ser puesto en el Top 10 de Los Pumas: Gustavo "Tati" Milano.
El inicio fue en España, ante Atlético Uros (dos partidos) y final en Italia, frente al Lazio Savoia (previo Palatina Monistrol y Universidad de Roma), con un paso fugaz por un país sin tradición rugbística como Holanda (seleccionado nacional) más una invitación a una "tocata" en gimnasio con piso de madera. La gran satisfacción de sentir el rugby en el corazón se vivió en países como Gales (Caerphilly RC), Inglaterra (Queen Mary College, Sussex Presidente XV y National Westminster) y Francia (Stade Dijonais). LOS PROTAGONISTAS Presidente de delegación: John “Boonie” Benedict Entrenador: José Constante Preparador físico: Jorge Trevisán Médico: Mario Baetti Manager: Raúl Méndez Masajista: José “Mago” Casino. Jugadores: Marcelo Ansaldi, Juan Benedict, Ricardo Benedict (subcapitán), Jorge Borsani, Carlos Carizza, Daniel Carrizo, Jorge Comba, Andrés Cripovich, José D´Angelo, Guillermo de Larrechea, Martín de Larrechea, Gustavo Fiorito, Guillermo Godfrid, Miguel González del Cerro, José Lotti, Gustavo Mac, Pedro Mackey, Gustavo Milano, Ramiro Monserrat, Jorge Orlandoni, Eduardo Ortega, Ricardo Paganini (capitán), Fernando Preumayr, Jorge Rapelli, Fernando Righi, Horacio Romano, Marcelo Santa Cruz, Eduardo Spiaggi, Omar Tallo, Alejandro Tizón, Sergio Tizón, Fernando Villavicencio, Guillermo Vítola.
