Pesar por el fallecimiento del Dr. Fernando Chao (h), ex directivo del club
Comunicamos con gran dolor, el fallecimiento del Dr. Fernando Chao (h), un ser humano excepcional de una increíble generosidad y reconocido merito en la cultura de Rosario. De figura impecable y trato exquisito, Fernando era la expresión genuina de un caballero culto y educado. Su cordialidad y una humildad notable marcaban una conducta que junto a su calidez encontraba un lugar en el corazón de cada uno de nosotros.
Fue el primer Director del Centro Cultural, Miembro de la Academia Nacional de Historia, Presidente de la Asociación Argentina de Numismática, coleccionista y autor de numerosos libros y artículos, conferencista nacional e internacional, Presidente de la Comisión de Cultura de la Bolsa de Comercio, miembro de número de la Junta de Historia de la ciudad de Rosario , integraba el Rotary Club Rosario , miembro fundador de la Asociación de Amigos del Museo de la Ciudad, activo miembro del Teatro El Circulo, integró la Comisión Directiva del Jockey Club de Rosario y fue Presidente de la Comisión de Cultura del Club, de la cual seguía siendo vocal actualmente. Más allá de todo esto era un entrañable amigo que recordaremos siempre.Fernando era un hombre de dos mundos, al decir de un poeta, pues su figura, su conducta, sus acciones, en todo momento de su vida, representaban los valores de gentilhombre, que referenciaba una esmerada educación, tacto, culto sin que ello fuese óbice para tratar a todo el mundo con la mayor cordialidad y consideración. Consejero de sus amigos, hombre de consulta en todo grupo o lugares que ocupo, prudente y equilibrador en situaciones de eventuales conflictos, su palabra era un bálsamo y muestra de un sentido del valor de la amistad, de la que hizo un culto.Fue un referente de la Cultura de nuestra Institución y de la ciudad de Rosario, donde en todos esos ámbitos era respetado y punto, además, de influencia para que las tribunas y lugares, accedieran a venir a esta ciudad, si era él, quien lo solicitaba, con todo entusiasmo y dinamismo desde el Centro Cultural, sin distinción de ideologías. No había quien se resistiera o no apoyara el desarrollo de la mayoría de los aspectos literarios, artísticos, de teatro y espectáculos que en su voluntad se programaran y que supieron ser el puntapié inicial para los créditos que tiene nuestra ciudad en la zona y en el país.Ese caballero de dos mundos, que unía a las tradiciones y el mundo de la cultura de una época, mucho heredado de su padre, con esta modernidad, y quizás los que tuvimos la suerte y gracia de conocerlo, de compartir esfuerzos y afanes con él, naturalizamos al compás de su bonhomía, de su eterno optimismo, de su caballerosidad, su presencia, que nos dio durante muchos años, gran desarrollo a la cultura del Club, y un sentido de distinción que ha repercutido en muchos de nosotros. Hemos perdido a un hombre irremplazable, nunca tan necesario como en estos momentos y le agradeceremos siempre habernos mejorado un poco más.
